No es ninguna novedad que vivimos en un país con graves problemas en cuanto a la organización del tiempo se refiere. La coexistencia de múltiples horarios laborales y escolares, y el que muchos de ellos sean incompatibles con algunas de nuestras costumbres más arraigadas, como por ejemplo, los horarios de las comidas, lo pone claramente de manifiesto.
Son muchas las ocasiones en las que se requiere de un trabajo de ingeniería para poder compatibilizar horarios con las personas con quien queremos compartir nuestra vida. Aún así, conviene recordar que es posible conseguirlo y que merece la pena invertir el esfuerzo que requiere porque puede afectar seriamente a nuestra calidad de vida.
A nivel general, es necesario ser conscientes de las implicaciones que conlleva el que un país mantenga unos horarios ilógicos, complicados y en muchos casos incompatibles, y de la importancia de reivindicar unos horarios más racionales a nuestros políticos y empresarios.
A nivel individual, y mientras tanto se llevan a cabo esos cambios más generales, estas son algunas recomendaciones que nos pueden ayudar a conseguir una buena gestión del tiempo que compartimos con los demás:
1- Tome lápiz y papel o cualquier aparato electrónico con el que pueda escribir.
2- Comparta su horario con el de las personas con las que quiere/querría compartir su tiempo.
3- Designe un periodo de tiempo común. Quizá tenga que hacer cambios. Por ejemplo, es posible que no pueda practicar deporte a las 9 de la noche para poder dedicar tiempo a su pareja, familia o amigos, pero si que pueda hacerlo al mediodía, consiguiendo ambos objetivos a la vez.
4- Negocie, aceptando que no se puede hacer todo en el mismo momento de la vida. Cuidar a un niño pequeño, trabajar y estudiar un master puede convertir su vida en una pesadilla, aunque retomar los estudios una vez pase algún tiempo y el niño no requiera tanta atención puede resultar una experiencia muy estimulante y satisfactoria. Su formación profesional tomará algo más de tiempo, pero recuerde, hay situaciones que sólo se viven una vez. ¿Está seguro que quiere perdérselas?
5- Comparta tareas o delegue. El cuidado de unos padres mayores se puede hacer más llevadero si se maneja entre todos los hermanos o se busca la ayuda de un cuidador, y con un poco de colaboración las tareas domésticas pueden compartirse entre todos.
Y nuevamente:
6- Concéntrese en los beneficios que le va a aportar. No piense demasiado en el esfuerzo que supone el cambio. Suele ser más fácil hacerlo que pensarlo. Pase a la acción, dele un poco de tiempo. Una vez el cambio esté en marcha las mismas ventajas que le proporcionará le ayudarán a mantenerse en el camino.
7- Limite las distracciones. No acepte una actividad sin tener en cuenta los objetivos programados a menos que sea una urgencia.
8- Revise tus metas periódicamente, realice ajustes si es necesario, valore las ventajas de los cambios realizados y comparta sus logros con los demás.
Si a pesar de todo lo anterior, no consigue lograr sus objetivos, considere obtener la ayuda de un psicólogo clínico, ya que estos son los profesionales que están preparados específicamente para comprender la conexión entre la mente y cuerpo y los factores que promueven el cambio del comportamiento.
La Consulta de Psicología Clínica Graciela Peña ofrece estos servicios en Oviedo (Asturias)
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