¿Está interesado en mejorar el nivel de satisfacción con su vida, de encontrarse mejor emocionalmente, y en definitiva, de lograr una mayor calidad de vida? Por suerte para nosotros, las pautas para conseguir un mayor bienestar emocional y físico, y para maximizar nuestro potencial consiguiendo de esta forma un mayor rendimiento y eficacia, siguen los mismos cauces y dependen en gran medida de nosotros mismos. No sólo eso, pequeños cambios pueden suponer una mejora abismal en nuestra calidad de vida. Pruébelo y verá.
Pero empecemos por el principio. Multitud de estudios nos muestran como la forma de gestionar nuestro tiempo, los hábitos de sueño y alimentación, la práctica de ejercicio físico, el desarrollo de nuestro trabajo, el manejo del tiempo libre y la relación con familia y amigos inciden de forma directa y contundente en nuestra calidad de vida. Todos estos son aspectos fundamentales de la vida que las personas pueden mejorar en cualquier momento y el motivo por el cual iremos tratando uno a uno estos temas en sucesivos posts.
El primer paso para conseguir calidad de vida está en conseguir una buena gestión del tiempo. Sea cual sea su situación personal, soltero o casado, trabajador o desempleado, e incluso más cuando uno esta viviendo situaciones especiales como atender a un enfermo, iniciar la convivencia con otra persona o atender a un hijo pequeño o unos padres mayores, es sin duda un reto equilibrar la vida personal, familiar, social y profesional. Un reto que, no nos olvidemos, somos capaces de conseguir.
A continuación se exponen algunas recomendaciones para ayudar a gestionar nuestro tiempo de forma más eficaz y saludable :
1- Tome lapiz y papel.
2- Evalúe su estilo de vida, identifique sus preferencias y enumere sus objetivos.
3- Recuerde que, aparte del trabajo, el sueño, la alimentación, el ejercicio físico y el tiempo de descanso y de relación con los demás, mejoran tanto la salud mental y física como el rendimiento de las personas.
4- Designe un periodo de tiempo establecido y realista para cada actividad anticipando los obstáculos que puedan surgir. Cuente con tiempo suficiente para hacerlo bien (no perfecto, eso es imposible).
5- Concéntrese en los beneficios que le va a aportar. No piense demasiado en el esfuerzo que supone el cambio. Suele ser más fácil hacerlo que pensarlo. Pase a la acción, dele un poco de tiempo y una vez el cambio esté en marcha las mismas ventajas le ayudarán a mantenerse en el camino.
6- Limite las distracciones. No acepte una actividad sin tener en cuenta los objetivos programados a menos que sea una urgencia. Apague la tele, cierre las aplicaciones a su hora y utilice las herramientas que poseemos a su favor (grabar una película, marcar un favorito para leer en el tiempo libre…)
7- Revise sus metas periódicamente, realice ajustes si es necesario, valore las ventajas de los cambios realizados y comparta sus logros con los demás.
Si a pesar de todo lo anterior, no consigue lograr sus objetivos, considere obtener la ayuda de un psicólogo clínico, ya que estos son los profesionales que están preparados específicamente para comprender la conexión entre la mente y cuerpo y los factores que promueven el cambio del comportamiento.
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