Cómo resistir momentos económicamente difíciles

A medida que la pérdida de trabajo crece y los medios de comunicación continúan informando sobre la bajada de la bolsa y el aumento de las ejecuciones hipotecarias, muchas personas pueden reaccionar al clima económico con un flujo de emociones fuertes y una sensación de incertidumbre. A pesar de todo, con el tiempo las personas generalmente se adaptan bien a las situaciones de cambio en la vida y a las condiciones estresantes.

¿Qué es lo que ayuda a algunas personas a recuperarse mientras otras continúan sintiéndose desbordadas? La resistencia o resiliencia, el proceso de adaptarse bien a la adversidad, que es vital en estos tiempos tan estresantes. La resiliencia es una habilidad que se aprende y que le puede ayudar a manejarse mejor en la actual crisis económica, al igual que en las relaciones con otras personas y en el afrontamiento de problemas familiares o laborales.

La situación económica actual es un estresante principal para ocho de cada diez americanos, de acuerdo a una encuesta realizada en 2008 por la Asociación de Psicología Americana. Las advertencias constantes de los periódicos, la televisión e Internet hacen difícil evitar una visión catastrofista de la economía. Es normal sentirse abrumado cuando parece que está rodeado por malas noticias que afectan a su situación familiar o que teme que pueda afectarla en el futuro. A pesar de ello, puede manejar el estrés de forma positiva e implementar estrategias que le ayuden a desarrollar su resiliencia. Ver esta difícil situación bajo una luz positiva puede ayudarle a poner en práctica su resiliencia.

La Asociación Americana de psicología ofrece los siguientes consejos para fomentar su resiliencia en estos tiempos tan difíciles económicamente:

  • Acepte este cambio como parte de la vida: Es posible que tenga que adaptar sus objetivos o hacer cambios en su estilo de vida como consecuencia de la crisis económica. Aceptar las circunstancias que no puede cambiar puede ayudarle a centrarse en las circunstancias que usted si puede cambiar.
  • Establezca relaciones: Es importante tener buenas relaciones con miembros de la familia, amigos y demás personas. Aceptar la ayuda y el apoyo de aquellas personas que le quieren y escuchan fortalece la resiliencia. Algunas personas se dan cuenta de que participar en asociaciones, organizaciones basadas en la fe u otros grupos locales les proporciona apoyo social y puede ayudarle a recuperar la esperanza.
  • Mantenga la perspectiva: Procure evitar una actitud de impotencia y catastrofismo. No es el fin del mundo. Recuerde las cosas buenas de su vida y entienda que esta situación va a pasar. Visualizar lo que desea, en vez de preocuparse acerca de lo que tiene miedo que pase, es lo que le ayudará a crear una visión esperanzadora y reducirá sus estresantes diarios.
  • Busque oportunidades: Las personas generalmente aprenden algo sobre sí mismas cuando pasan por una situación difícil como la recesión económica actual. Utilice las crisis como una oportunidad para crecer personal y profesionalmente. Busque grupos en su comunidad o en Internet que puedan ayudarle a fomentar sus intereses y expanda las oportunidades de poder utilizar sus destrezas.
  • Tenga en cuenta las cosas buenas de su vida: Las personas resilientes prestan atención a sus cualidades y situaciones positivas. Usted puede hacerle saber a las personas que forman parte de su vida lo que ellas significan para usted escribiéndoles una carta de gratitud. O puede dedicar cinco o diez minutos al día reflexionando sobre un aspecto de su vida por el que esté agradecido. Estas técnicas tan simples pueden crear una gran diferencia en su vida.
  • Conserve un punto de vista optimista: Nadie puede cambiar lo que ha pasado, pero siendo resiliente, usted puede cambiar como reacciona  e interpreta las circunstancias. Procure mirar más allá de las malas noticias y céntrese en el futuro, donde la situación puede ser algo mejor y donde puede dar pasos para conseguir mejorar la situación.
  • Consulte a un psicólogo: Algunas veces manejar el estrés por si solo puede provocar un gran agobio y miedo. Si continua sintiéndose desbordado por la situación, es posible que desee consultar a un psicólogo, quien puede ayudarle a manejar sus estresantes y a dirigir las emociones que se encuentran tras sus preocupaciones.

 

Agradecimientos al Dr. David Palmiter y al Dr. Dan Abrahamson por su colaboración en este artículo.

Asociación de Psicología Americana